Trabajamos por otra Administración Pública

Queremos otra Administración Pública. Una Administración que esté al servicio de los ciudadanos y ciudadanas, de la cohesión social y de la igualdad.

No queremos la Administración–empresa en la que la han convertido los políticos–empresarios al servicio del capital especulador.

No queremos ser clientes de una Administración Pública colonizada por negociantes que se enriquecen a costa de la privatización de los servicios públicos.

Rechazamos el caciquismo, el enchufismo y las recomendaciones para acceder al empleo público y para promocionar dentro del mismo. Frente al actual sistema clientelista de intercambio de favores entre los políticos–burócratas que conceden nombramientos en régimen de privilegio y los funcionarios fieles agradecidos, exigimos un sistema que garantice la igualdad de oportunidades de forma pública, transparente, objetiva y sin manipulaciones de ningún tipo.

Queremos una Administración Pública que funcione de manera democrática y que no sea, como ahora sucede, un coto reservado a las decisiones de una casta política sometida a las influencias de los que mandan en la sombra. Hace falta articular mecanismos que garantice la participación de los ciudadanos y ciudadanas en la toma de decisiones.

Para conseguir estos objetivos, necesitamos plantear y debatir propuestas concretas que puedan transformarse en medidas de acción política. Con este fin, proponemos los siguientes ámbitos o secciones de trabajo:

1. Privatizaciones: se trataría de analizar materias y campos de lo público que son hoy objeto de gestión privada, señalando los inconvenientes y deficiencias que provoca dicha gestión, con el objetivo último de poder revertirlos a la gestión pública directa; así como prevenir y evitar futuros procesos de privatización
2. Empleo Público: hay que repensar los procedimientos de acceso y promoción en el empleo público, con el fin de asegurar de manera efectiva la igualdad de oportunidades; promover mecanismos que eviten los conflictos de intereses y el tráfico de influencias; buscar un sistema salarial más justo y menos clasista etc.
3. Organización administrativa: hay que abrir los procedimientos de decisión a la participación ciudadana; garantizar las condiciones para un funcionamiento imparcial de órganos de control como la Intervención General o la Inspección de Servicios, etc.